La flor de Jamaica es un arbusto de aproximadamente 3 metros de altura, se cultiva en huertos y jardines; en Chiapas la usan para aliviar el dolor de estómago y en Jalisco para los riñones.
En otras partes de la República Mexicana preparan la bebida para tratar la hipertensión arterial, cálculos de riñón, estreñimiento, disentería, fiebres, inflamación de las encías y en general contra la disminución de las defensas del organismo.
Siendo muy popular el agua de Jamaica, sólo se le atribuían propiedades diuréticas y se tomaba como auxiliar en la disminución de peso, los demás usos mencionados anteriormente no son muy conocidos.
El descubrimiento de que sus nuevas propiedades eliminan el colesterol en el 99% de los casos fue debido a que se detectaron mejorías considerables en pacientes con problemas de colesterol.
Al cuestionarlos sobre a qué se podía deber esa disminución, muchos coincidieron en que al tomar agua de Jamaica sentían alivio a su enfermedad.
Muy interesados en seguir esa investigación, la química fármaco-bióloga, Yolanda Aquino y el doctor Alfonso León Cruz, adscritos ambos al Hospital General de Zona No. 1 en Oaxaca, con el apoyo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del CONACYT, iniciaron los estudios pertinentes.
En el transcurso de un año trataron a pacientes de entre 30 y 60 años de edad con niveles muy altos de colesterol y triglicéridos (Lípidos).
A unos se les administraron los medicamentos de eficacia demostrada y a otros la flor de Jamaica.
Los resultados fueron contundentes respecto a las virtudes curativas de la Jamaica, pues se mostraron cambios en los lípidos (sustancias grasas) de los pacientes en observación: el colesterol se redujo un 35% y los triglicéridos un 19%.
Este descubrimiento ha revolucionado la investigación científica, pues según los contundentes estudios, ya no será necesario acudir a hospitales extranjeros ni seguir tratamientos costosos gracias al trabajo de los médicos mexicanos.
La parte que se emplea de la planta Hibiscus sabdarifa son los cálices carnosos que envuelven al fruto maduro (la flor), se secan al aire libre y sirven para la obtención de una infusión de color rojo intenso, aromática, que consumida fría o templada tiene un rico sabor.
Los cálices también se usan para las elaboraciones de gelatinas, helados, colorantes para alimentos, jaleas, tes, productos cosméticos.
Para aprovechar las cualidades curativas de esta grandiosa planta sólo necesitan 10 gramos de la flor de Jamaica en medio litro de agua, hiérvala durante 15 minutos. Transcurrido el tiempo cuele la infusión, de tal manera que nada más quede el líquido.
Aparte, en una jarra, agreguen el líquido obtenido y añádale además dos litros de agua purificada, se puede tomar sin azúcar o endúlcenla al gusto (hay quien le agrega jugo de limón, esto es opcional, (según el gusto).
Ahora sí, beban toda la cantidad que quieran de ella y hagan un buen hábito al consumirla como agua diaria, pues así, evitarán el engrosamiento de las arterias y podrán prevenir o disminuir el exceso de colesterol en la sangre.