Cumplieron con su labor. Esta semana en la región de Soloy, distrito de Besikó, allá en la comarca Gnöbe Buglé, mil 600 indígenas, entre niños y adultos, fueron beneficiados con exámenes de la vista y entrega de lentes. Para esta misión una delegación de médicos estadounidenses y el oftalmólogo panameño Miguel Wong atendieron durante toda esta semana a estas personas que presentaban problemas con su visión.
Para el optometrista puertorriqueño Nelson Rivera, uno de los datos más impactantes que encontraron fue que se captaron a personas de 40 años con dificultades para leer, tejer, coser, entre otras actividades propias de las regiones indígenas, pero generalmente, estas afectaciones en la visión se registran en personas en edad entre los 60 y 70 años.
"Es sorprendente que esto suceda, pues son personas que no llegan a los 50 años, por lo que son bastante jóvenes", dijo.
También agregó que "llama la atención de que estos indígenas, a pesar de la dieta diferente que tienen, no registran problemas de diabetes.
"Digo esto, porque muchas veces los diabéticos tienden a desarrollar cataratas, pero esto no es el caso", recalcó el optometrista.
De acuerdo con Rivera, esta situación podría obedecer a la alta exposición al sol a la que están sometidos los indígenas producto de las actividades agrícolas que realizan.
Esta iniciativa de servicio, que se desarrolló en el Instituto Profesional y Técnico Joaquina Herrera de Torrijos, fue respaldada por el Club de Leones de Panamá y David, miembros del Cuerpo de Paz en Panamá, estudiantes de la Universidad Especializada de las Américas y Oftalmólogos Voluntarios del Servicio Humanitario (VOSH).
Es preciso destacar que unos 15 adolescentes del poblado indígena de Soloy, que pudieron estar aprovechando sus vacaciones escolares se capacitaron para ayudar en los exámenes básicos de visión, además fungieron como intérpretes del dialecto de su cultura con los especialistas estadounidenses.