Lo que ha pasado en Bocas del Toro es para meditar... las fuertes lluvias que han dejado muchos damnificados y muchos problemas no los hace tener 100% sus mentes en el béisbol. Escuchaba a alguien del INDE decir que se enviará una cuadrilla para arreglar el terreno de juegos, pero había que esperar que las aguas bajaran de sus niveles...
El juego de béisbol es la vida misma para muchos... quizás será un incentivo para los "tortugueros" tener sus mentes ocupadas... pero también podría ser molestoso, tener que jugar y pensar en sus familiares...
Vamos a un correo que nos envió el jugador Arthur Sanguillén, de Bocas del Toro, y lo que piensa de jugar o no en la temporada mayor 2005...
Arthur Sanguillén... "Mi estimado señor Pineda... Yo pertenezco a la preselección de béisbol de Bocas del Toro y deseo que por su medio de comentarista, que Panamá se dé cuenta en realidad de lo que pasa en nuestra provincia.
Hasta el día de hoy tenemos 60 peloteros en la preselección y somos muchos...no hay director ni asistente.
Se llamó a Chico Barahona y a Reinaldo "Coco" Sharp, pero la liga no tiene dinero para pagarles. Hoy día sólo llegan como 20 peloteros a practicar con unos señores que no saben nada de béisbol. Más sabe mi abuela... sin querer ofender, pero es lo que se vive en Bocas. Yo me he retirado del equipo por el motivo de que vamos muy mal y los entrenamientos no sirven. Yo soy lanzador y en un mes no voy a agarrar las condiciones para ir a un campeonato tan fuerte como éste. Está lloviendo mucho y no podemos entrenar... creo que Bocas no debe ir al torneo.
La mayoría de nuestros jugadores son damnificados...yo le pregunto si un equipo puede rendir así... ¿?
Gracias, espero su comentario..."
Tercer Strike: Amigos de Bocas saludos especiales. No es fácil jugar al béisbol y tener la mente en las inundaciones. Los peloteros de Bocas van a necesitar más de lo normal de otros años. La temporada del 2005 es de las más duras que van a enfrentar. La Federación debe analizar la situación a fondo. Enviar un federado a palpar la realidad en el terreno.
¡Viva el béisbol!