El islamista Abu Musab Al Zarqawi declaró "una guerra salvaje" a las elecciones de Irak, cuando falta exactamente una semana para su celebración.
Zarqawi, el hombre más buscado de Irak, afirma que las elecciones son "una trampa abominable para garantizar a los Rafida (nombre peyorativo que se da a los chiítas) el control de los engranajes del poder" en ese país.