Efectivos policiales se quejan por los procesos judiciales que realiza el Ministerio Público en el distrito capital y en San Miguelito.
Según un uniformado, cuando se detiene a una persona acusada por un robo a mano armada, los procesos son lentos, y en menos de 48 horas el sospechoso está en la calle con medida cautelar, muchos de ellos aprehendidos con el cuerpo del delito.
La diferencia se ve cuando una persona de alto perfil o un funcionario del Ministerio Público es víctima de robo. El sospechoso es detenido y se formulan cargos.
"Nuestro trabajo queda en el piso luego de ubicar a los vinculados en estos casos delictivos, pero cuando una persona "hija de la cocinera" es blanco de un hecho delictivo, los procesos demoran hasta dos meses para ordenar la detención", dijo.
Los delincuentes aprovechan esa lentitud del sistema para cometer delitos.