En un canal de televisión local han comenzado una campaña de concienciación a la ciudadanía sobre conductas dañinas que deben ser evitadas en todo momento.
En uno de los comerciales de esta campaña, tratan el tema de la impuntualidad. Y qué bueno que comenzaron con esta campaña, porque en este país hacer una cita para una hora "X" parece que se entiende como que la gente debe encontrarse 90 minutos después de la hora "X".
Si el mismísimo Presidente de la República (y la mayoría de los que hemos tenido recientemente) comete esta falta una y otra vez, ¿qué podemos esperar del resto de los ciudadanos?
Es que el recurso más importante que tenemos en nuestras vidas no es el dinero, ni las pertenencias materiales. Es el tiempo. Si sabemos administrar el tiempo, podemos lograr cualquier cosa.
Pero parece que sencillamente, a nadie le importa el tiempo con que cuenta; y mucho menos con el tiempo de los demás.
Algo tiene sentido de que un canal de televisión esté haciendo una campaña contra la impuntualidad, porque esta mala costumbre en la industria televisiva es simplemente intolerable. Los programas de televisión y las cuñas comerciales tienen que salir obligatoriamente a la hora programada, ya que los televidentes y los anunciantes no perdonan a los impuntuales.
¡Qué gratificante es esperar a alguien en el lugar pactado, y que este llegue a la hora acordada!
Pero esto sucede muy, pero muy poco. Tal vez por eso es tan gratificante, como abrir una almeja y encontrarnos una perla.