Dos hombres y una mujer saudíes fueron ejecutados con sable, acusados de secuestro, tortura y violación de dos niños en dos casos diferentes, informó el ministerio de Interior.
Uno de los crímenes fue cometido por Nashat Hayi, quien fue acusado de haber torturado durante un año y hasta la muerte a su hija de nueve años, identificada como Ghosun. Un tribunal islámico acusó de complicidad a la mujer de Hayi, identificada como Iman Azzaui, y condenó a los dos a la pena capital. El segundo caso se registró también en esa Ciudad Santa, donde fue decapitado Adel Al Hadrami por haber secuestrado y violado de forma salvaje a un niño.
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