La temporada del 2008 tiene diferentes sabores en el paladar deportivo. La categoría juvenil ha iniciado con un rico sabor en las tribunas, donde la afición ha respaldado a lo grande, con una taquilla superior a los 122 mil dólares.
Pero también hay otros sabores, usted puede llevar el béisbol con limón, cuando hablamos de los árbitros y las peleas de los jugadores que no se aguantan un sólo roce o jugadas apretadas.
Pueden llevar un sabor amargo, cuando vemos a árbitros de poco carácter llamar a la policía, para resolver asuntos que son estrictamente potestad de los colegiados.
¿Quieren un sabor dulce? Bueno, vamos a la calidad de los jugadores, que cada año aumenta en el terreno de juegos. Este año, hay muchos peloteros con un target de categoría, entre ellos algunos con contratos para jugar a la pelota profesional.
Béisbol pasado en sal, salado, poco digerible, cuando recordamos la mala temporada que ha vivido Panamá Metro. Es como poner ese condimento desmenuzado en una herida que aún no sana. Metro no marca desde el 2004 y eso sí es un dolor muy grande para la afición.
Algo de picante a la sazón beisbolero, la entrada de aficionados al terreno de juego, algo poco concebible y que no debe estar en nuestros platos beisboleros. Imprudentes e inoportunos, todos aquellos que se vayan al terreno a provocar problemas, deben ser expulsados del estadio y trasladados a las oficinas de la Policía Nacional más cercana.
Al final el postre, algo agradable, como para relajar el paladar, aquellas "vaqueritas" de Panamá Oeste que este año se han robado el corazón de la afición con sus sombreritos de moda.
Viene la segunda ronda, a festejar y a bailar en los estadios.
EN LAS TRIBUNAS: 64 MIL AFICIONADOS EN LA REGULAR.
La taquilla en la serie de todos contra todos fue de 122 mil dólares, estableciendo un nuevo récord en la categoría juvenil. Más de 64 mil aficionados han pasado por taquilla en la fiesta panameña del verano en el 2008.