Los videojuegos son actividades fascinantes que sin mucho esfuerzo atraen a niños, jóvenes y adultos, quienes pasan horas sentados frente a un televisor, computador o inclusive gastando mucho dinero en centros de esparcimiento con estas máquinas.
Son variados puestos que se han comercializado con videojuegos para todos los gustos, circunstancias y bolsillos, contribuyendo eficazmente a su amplia difusión, entre todos los estratos económicos y culturales de nuestra sociedad. Pero hay que tener cuidado, porque en muchas ocasiones las personas terminan siendo adictos a esta actividad.
¿CUANDO SE ES ADICTO?
Sociólogos españoles consideran que las personas se vuelven adictos a los videojuegos, cuando una persona necesita un estímulo concreto para lograr una sensación de bienestar y por lo tanto, el juego supone una dependencia mental y física frente a ese estímulo.
Un dependiente de la tienda Panama Games nos dice que uno de sus clientes más asiduos es un señor de 62 años, que compra juegos de la segunda guerra mundial. "Sin importar la edad, la gente viene y compra nuestros productos para distraerse".
Para Raberto Castillo sicólogo, pasar más de una hora en este juego implica ya una actitud fuera de lo común.
Para los conocedores de esta adicción, "los videojuegos no representan ninguna amenaza en particular, por el contrario se pueden controlar porque son juegos de entretenimiento". Todo dependerá de las reglas que los padres, adultos mayores o parejas impongan sobre quien utiliza el aparato.
Practicar actividades de recreación al aire libre, ayudará a que el individuo despeje la mente y se olvide del juego.