Los cuatros internos quemados en la cárcel de menores, que aún luchan por su vida en la Sala de Cuidados Intensivos y Quemados del Hospital Santo Tomás, se mantienen en estado grave, pero en condición estable, informó ayer el director médico del sanatorio, Elías García Mallorca.
El galeno indicó que aún los pacientes se encuentran conectados a ventiladores, además de estar sedados, ya que sus pulmones aún están débiles. Aclaró que ninguno de ellos se encuentra conectado a hemodiálisis, porque sus riñones responden.
AIRES DE ESPERANZA
Crítica pudo conocer ayer el estado de algunos de los internos. Tal fue el caso de Víctor Jiménez, de 17 años. Su madre, Santa Pardo, dijo que su hijo aún se encuentra conectado a las máquinas. Además, expresó que le están aplicando cremas a las quemaduras que tiene en distintas partes de su cuerpo.
De igual modo, Marquesa Bersae, madre del joven Omar Ibarra, de 17 años, dijo que los médicos le dieron esperanza. Aclaró que, aunque hay cierta mejora, su hijo aún no está fuera de peligro.
Cabe mencionar que tres internos que sufrieron quemaduras en la cárcel de menores ya perdieron la batalla contra la muerte. Se trata de los adolescentes Erick Batista, de 17 años; Benjamín Mojica, de 15 años; y José Frías, de 16 años.
SE NEGARON A DECLARAR
Se conoció que las unidades policiales que lanzaron las lacrimógenas en la cárcel de menores se negaron a declarar en la indagatoria, hasta que sus defensores lean las copias del expediente.