El nuevo avión presidencial brasileño llegó el sábado a esta capital y fue recibido con una oleada de críticas de parte de opositores que lo consideran una compra frívola.
Los críticos del presidente Luiz Inacio Lula da Silva han dicho que el Airbus modelo ACJ-319, adquirido a un precio de 56,7 millones de dólares, no era una prioridad, y han criticado el hecho de que no se convocase a una licitación pública para la compra.
``Gobernar es escoger, y no creo que (un nuevo avión) fuese una prioridad para el país'', dijo el gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, al diario local Folha de S. Paulo, según un artículo publicado el sábado.
El senador José Agripino Maia, del opositor Frente Liberal, lo describió como ``el mejor símbolo de un gobierno que no sabe cómo gastar el dinero''.
Pero los funcionarios oficiales y militares se mantuvieron firmes en su decisión, argumentando que los planes para la compra de un nuevo avión presidencial datan de 1998 y que el aparato será no sólo será utilizado por Silva, sino también por los presidentes futuros del país.
El avión, que tiene capacidad para 55 personas, entre ellas cinco tripulantes, fue nombrado Santos Dumont en honor al pionero brasileño de la aviación Alberto Santos Dumont.