La Feria Internacional de Boquete este año cumple 38 años. Es la primera celebración de la temporada de ferias del país y se caracteriza por sus dos productos, las flores y el café, que resaltan la riqueza y belleza de las faldas del Volcán Barú.
El visitante puede encontrar alrededor de 30 diferentes especies de flores que nacen a la orillas del río Caldera, lo que convierte este terreno en una paleta de colores. Gracias al agradable clima de las montañas chiricanas, las amarillas (marigolds), los colorados (dianthus), las dragonarias, las petunias, los geranios y las brillantes celosías crecen bonitas y lozanas para encantar al visitante.
La feria estará abierta hasta el 17 de enero y es una excelente oportunidad para probar o comprar el café de Boquete, con calidad mundial.
Los boqueteños están orgullosos de sus flores y de su café, al igual que Salo Shamah, el administrador General de la Autoridad de Turismo de Panamá, (ATP) quien dijo que este evento eleva al 100 % la ocupación hotelera, impulsa al transporte terrestre y aéreo, colma los restaurantes y beneficia a los artesanos, a los vendedores de fresas, raspaos y carnes en palito. " La Feria beneficia a todos, es la clase de turismo que queremos".
Por si fuera poco, los visitantes podrán disfrutan de juegos mecánicos, bailes populares y un pabellón con artesanos internacionales. Además de un molino de viento rojo, senderos para caminar entre las flores y espectáculos populares en la tarima.
En la feria se puede aprender mucho, de agricultura, de conservación de agroturismo y la historia de la región. Un evento muy divertido, que se convierte en la excusa ideal para visitar a Chiriquí, uno de los principales destinos del turismo panameño.