Organizaciones de derechos humanos marcaron el octavo aniversario de la apertura del penal de Guantánamo con manifestaciones y la demanda de que el Gobierno de Estados Unidos lo cierre sin dilación.
El 11 de enero de 2002 llegaron los primeros 20 detenidos a la base estadounidense de Guantánamo (Cuba), donde actualmente permanecen 198.
"Mucha gente está muy desalentada. Había un montón de esperanza y de impulso, y parece que esta administración se ha visto atrapada muy rápidamente en consideraciones políticas", se quejó Joshua Brollier, quien vestía el mono rojo y la capucha negra, que se han convertido en el símbolo de los detenidos de Guantánamo.
El Gobierno primero sugirió liberar en territorio estadounidense a algunos detenidos que no consideraba peligrosos y que no podía repatriar a su país de origen, porque allí podrían ser torturados.
No obstante, echó marcha atrás ante el rechazo de muchos legisladores, incluso demócratas.
En el otro extremo del debate, está la derecha, que no quiere oír ni hablar de traer a nadie de Guantánamo a territorio estadounidense. El partido republicano considera "peligrosa" incluso su reclusión indefinida en Thomson, Illinois.
MANIFESTACIONES: LONDRES
La organización "London Guantanamo Campaign" realizó una manifestación frente a la Embajada estadounidense, con los monos y capuchas negras.