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La gente, son tu mismo

Por: Julio C. Caicedo | Periodista

Los chinos panameños han inmortalizado anécdotas sabias. Por lo desconfiados quizás, muchos refranes y dichos han servido para el comportamiento ciudadano que desenmascara con certeza a cuanto juega vivo, mentiroso o pedigüeño se le acerque a uno. Como el cursi slogan de la campaña: Un Gobierno pa’, la gente!, estribillo mediocre, gastado e irrespetuoso por el que muchas personas se refieren a él diciendo, gobierno pa’ la gente?., "la gente son tu mismo".

Quién no ha escuchado el cuento de cuando éramos orgullosamente los mejores colombianos del mundo, la de aquel chinito cansado que lo estropeasen los espadones liberales y conservadores de la guerra de los mil días, al contestar equivocadamente la pregunta : Alto quién vive? El chino para no equivocarse y evitarse palizas, contestaba: -Di tú plimelo-.

Con ese mismo pánico y hasta peor los electores reflejarán en la próxima encuesta su sentir ante la campaña: Un gobierno pa’, la gente!, diciéndoles: La gente son tú mismo. Y, no solamente en la ciudad de Panamá ni en los tiempos post Ferrocarril transístmico se cosecharon valiosos refranes chinos para el enriquecimiento de nuestro folclore.

En la década de los cuarenta se instaló en David uno de los mejores restaurantes pequineses de Centroamérica, de nombre Corona de oro y que cuando la gente llamaba para ordenar sus comidas les contestaba a toda boca un cantones, gritando: Culona de olo, culona de olo, de chiliquí, hasta que indignadas las autoridades fascistas de aquel entonces, le recomendaron al paisano que cambiara el nombre del plazalete culinario, ya que a él acudían cientos de ejecutivos gringos, ingleses y europeos que trabajaban en las bananeras y esas palabras apenaban en David, desde el cura para abajo. El chino ni corto ni perezoso cambió el nombre del establecimiento colocando un carísimo letrero en neón que decía: Nueva corona de oro, lo que provocó un aumento inusitado de clientes que a veces solo iban para preguntarle al chino cual era el nuevo nombre del local. Hoy, como si no hubiese pasado el tiempo, gran parte del pueblo le responderá a estos tipos: "La gente son tu mismo."



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