Lamentablemente, la situación de su amigo no es inusual. Muchas personas se vuelven al alcohol creyendo que los ayuda a relajarse y lidiar con el estrés y las preocupaciones. Y como muchas personas creen que la noche de Año Nuevo y ocasiones similares deben siempre ser celebradas con alcohol, generalmente está disponible, proveyendo una excusa para beber.
El beber moderadamente (en ausencia de factores de riesgo tales como un problema de alcoholismo personal o familiar) parece tener algunos beneficios de salud. Muchos estudios han documentado una asociación entre el consumo leve a moderado de alcohol (uno o dos tragos al día) y un riesgo menor de enfermedad coronaria-arterial y el tipo de infarto causado por una arteria bloqueada. Por ejemplo, el National Health and Nutrition Examination Survey halló esta relación en hombres, y el Nurses' Health Study lo demostró en mujeres.
De todas formas, beber grandes cantidades de alcohol puede incrementar el riesgo de una forma letal de daño llamado cirrosis, enfermedad cardiaca, algunos tipos de cáncer y daños. Incluso el beber moderadamente puede tener consecuencias dañinas en las situaciones incorrectas. Ciertamente, nadie debería beber y conducir, y beber alcohol durante el embarazo puede dañar a un bebé en desarrollo.
La dependencia del alcohol, también llamada alcoholismo, es el tipo de más severo del mal uso del alcohol. Está demarcada por una pérdida completa del control sobre el comportamiento con la bebida. (El alcohol puede activar caminos de recompensa en el cerebro, motivando a alguien a beber más). Los síntomas de la dependencia del alcohol incluye el pasar mucho tiempo pensando sobre el alcohol y bebiendo, una tolerancia incrementada por el alcohol y la dependencia psicológica del alcohol. Esto significa que si una personas intenta parar o recortar la bebida, puede experimentar ansiedad, sudoración, temblor, problemas para dormir, náusea y vómito.
El beber puede ser riesgoso incluso para personas que no dependen de ello. Puede interferir con el sueño y la productividad, tensionar relaciones cercanas y entorpecer la forma de pasar el tiempo con los seres queridos. Además pone al bebedor en riesgo de volverse dependiente del alcohol así como desarrollar problemas de salud relacionados
Muchos de los que sufren un problema con la bebida no creen que nada esté mal. Pueden pensar que están bebiendo para lidiar con un momento particularmente estresante. En sus mentes, el estrés no es el problema, no la bebida. Dicen que pueden dejar de beber cuando quieran, pero no lo hacen. La negación es un obstáculo común que evita que muchas personas busquen ayuda.
Para ayudar a su amigo a que reconozca el problema, exprese sus preocupaciones de forma cuidadosa. Aliéntelo a que busque ayuda llamado a Alcohólicos Anónimos u otra organización que ayude a las personas a recuperarse de la dependencia del alcohol. Usted también puede hallar información sobre la dependencia del alcohol, así como la prevención y los programas de tratamiento, a través de la Administración de Abuso de
Sustancias y Servicios de Salud Menta.
Y mientras planea los llamados de fin de año o las celebraciones de otros eventos, tenga presente las siguientes claves:
Ofrezca una variedad de bebidas sin alcohol, tales como agua, gaseosas o jugo de frutas. Realice un concurso para ver qué invitado puede crear la bebida sin alcohol más sabrosa.
Tenga mucha comida a la mano, pero evite los tentempiés salados. Los invitados pasan más tiempo en el bar si tienen sed.
Incentive los juegos, actividades y la conversación vivaz. Esto ayudará a que la gente se enfoque en divertirse no en el alcohol.
Controle el flujo del alcohol -no permita que los invitados mezclen sus propias bebidas. Use vasos pequeños.
Limite la cantidad de champagne u otro alcohol que ponga en la ponchera.
Asegúrese de que cualquiera que haya estado bebiendo tenga un aventón seguro a su casa.
Con un poco de planificación, su fiesta será memorable por las razones correctas.