El delantero del Inter de Milán Mario Balotelli fue sancionado ayer con una multa de 7.000 euros (10 mil dolares) por el juez deportivo de la Liga de Fútbol italiana por aplaudir al público de Verona durante el encuentro liguero del miércoles ante el Chievo.
Tras el encuentro, el delantero italiano de origen ghanés lamentó los insultos y los gritos recibidos por parte de los aficionados del Chievo.
"Cada vez que vengo aquí (Verona), este público me da más asco", manifestó el jugador al término del encuentro ante los medios de comunicación.
Unas declaraciones por las que ayer se disculpó públicamente a través de su página de Internet.
"No me disculpo con quien me insultó -precisó-, sino con esa parte del público que no tenía nada que ver con el tema y que ofendí al expresarme mal debido a la exasperación que me provocaron los buu que recibí mientras salía del campo".
"Tendría que haber precisado que los seguidores que gritaron buu en Verona, de igual modo que los que lo hacen en el resto de Italia, me dan asco", destacó, al tiempo que señaló que está harto de "oír frases y buu racistas" incluso cuando su actuación en el campo es correcta.
