La accidentada geografía de la barriada 9 de Enero, en el distrito de San Miguelito, fue el escenario perfecto que encontraron los sicarios para tratar de ocultar su crimen.
En medio de un sembradío de plátanos, una pequeña de 9 años hizo un descubrimiento macabro: el cuerpo sin vida de un hombre de tez morena, entre aproximadamente 20 y 25 años, yacía tirado en una pendiente.
Inicialmente los residentes del lugar pensaron que el hombre estaba ebrio, por lo que le hicieron llamados al mismo para que se despertara, pero salieron de la duda después de observar rastros de sangre en la cercanía.
Las autoridades sospechan que ese nuevo ajuste de cuentas (ejecución) pudo ocurrir en la madrugada de ayer, jueves, porque a esas horas se escucharon detonaciones que muchos confundieron con bombitas.
La víctima vestía un jeans azul, un suéter mangas largas de rayas azules con gris, zapatillas negras y una gorra chocolate.
El cadáver presentaba un orificio de proyectil en la espalda, que le salió por el costado.
Los vecinos del área dijeron que no conocían al malogrado, por lo que es probable que sea de otro punto de la ciudad.
EJECUCIONES EN EL 2010: COMIENZA EL CONTEO
Han transcurrido sólo siete días desde que comenzó el nuevo año, pero los casos de ejecuciones parecen haber pisado el acelerador y ya son cuatro los que se han reportado en el país.