El realizar lo que nos gusta es algo importante al momento de llevar a cabo nuestra labor. Los voluntarios del Sistema Nacional de Protección Civil de Aguadulce son un vivo ejemplo de ello. Aunque las condiciones de trabajo no sean las mejores.
Ángel Hernández, coordinador de la base del distrito y de los voluntarios del SINAPROC, comentó que la labor que desempeñan es gratuita y con el esfuerzo de ellos mismos.
Las autoridades de esta entidad en la base de Panamá, han gestionado un vehículo para la oficina de los voluntarios, lo cual no se ha podido concretar por la falta de un funcionario en el lugar. Por esto están utilizando el de Penonomé, el que sirve para toda la provincia.
Anteriormente habían un total de 25 voluntarios, quienes por compromisos personales han dejado de prestar su apoyo, y sólo han quedado unos ocho. Son los mismos que se ven en diferentes eventos en la provincia.
La ayuda externa que obtienen es de la alcaldía, los representantes y un diputado, y operan en un terreno cedido por las autoridades municipales a un costado del mercado en la Avenida Sebastián Sucre.
Para hacer el piso en el nuevo local, el que se conoce como “la cajeta del SINAPROC” un voluntario dio el cemento para el piso, los bloques y la institución se encargó del contrato de la luz y el teléfono. Los equipos de primeros auxilios que tienen los voluntarios no son los adecuados por lo que no pueden atender emergencias como se debe.
“Algunas personas nos preguntan por qué atendemos capturas de lagartos y culebras. Lo que sucede es que tienen fe en nosotros y es lo que he hecho en 13 años. Darle una buena imagen a la institución” agregó Hernández.