Para las fechas navideñas, en la ciudad capital, y en otros lugares, son muchos los niños que sufren por lesiones causadas con bombitas y otros fuegos pirotécnicos. Sin embargo, en algunas partes del interior del país, los niños usan su creatividad y confeccionan sus propios artefactos caseros.
Sin necesidad de gastar dinero, Miguel Ángel González de siete años de edad, sólo utilizó plumas de pavo, un tornillo, un pedazo de metal, cabezas de fósforos y unas ligas para armar su bombita.
Miguel Ángel, quien vive en la comunidad de Cienága Redonda en el distrito de Natá, comentó que esta idea surgió de sus abuelos, pues estos juegos eran propios de la época de ellos.
Este ingenioso niño indicó que las plumas además de darle vistosidad al artefacto, lo ayudan a encontrarlo cuando lo lanzan en horas de la noche y que el tornillo sirve para tapar el agujero donde se introducen las cabezas de fósforo.
Al aventarlo contra el pavimento, sólo se escucha el ruido de la explosión; se observa el humo, pero el aparato no se quema, por lo que los infantes no corren ningún riesgo de ser heridos.
De esta manera pueden utilizarlo nuevamente, sin la necesidad de comprar bombitas y causarse alguna quemadura de tercer grado que son las más graves que existen.