No todas las historias de amor terminan como en las novelas. Aquí, en la vida real, las situaciones son variantes. Lo que en el noviazgo fue puro 'love', en el matrimonio es distinto, pues hay que lidiar con el factor económico y el trabajo.
Cuando se acaba la plata o no hay empleo es que se demuestra el amor que se juró ante Dios. Hay parejas que apenas deja de faltar una de estas dos cosas comienzan a enviar mensajes de terminación de contrato y nadie se resiste a perder al ser amado.
Una vez terminada la relación, por lógica, el hombre o la mujer debe rehacer su vida, pero se encuentra con la piedra de que su ex pareja no permite tal relación.La crisis empeora. El o ella se vuelven como locos. No duermen, no comen, andan vigilantes siempre hasta que al final buscan un arma y dicen: "Eres para mí y de nadie más". Así terminan estas historias.
El sonido final de esta canción es un bammmmm...Una bala culmina una relación de años para iniciar otra que viene después de la muerte, pero que no es precisamente como pareja sino en un lugar llamado infierno.
Matar es un pecado mortal y se paga con la muerte eterna, según dice la Biblia.
Amigo, si usted anda de mocos caídos con su esposa, porque ya no se quiere como antes, lo que debe hacer es buscar cuál es el problema en realidad y atacarlo. Si no se soluciona, entonces díganse adiós, pero respetuosamente.
No cometa la locura de atentar contra la vida de nadie para después terminar matándose.
El consejo de esta columna es buscar apoyo en Dios siempre. Él sabrá guiarle en el momento en que deba tomar una decisión, ya sea para dejar en libertad a su esposa o para remediar su situación con una reconciliación. Por favor, no cometa una locura.