Con los deliciosos banquetes que se sirven en las fiestas de fin de años, es difícil hacer dieta y privarse de esas cositas ricas; pero, una vez pasan estas fechas, es hora de retomar las riendas.
Algunas empiezan a hacer dietas y ejercicios ahora que entra enero, pero de nada sirve realizar ejercicios todos los días, si no los hacemos de forma apropiada.
De hecho, lo más importante para disfrutar de los beneficios de cualquier tipo de ejercicio, por encima de todo, es hacerlo bien.
Para comenzar a practicar cualquier tipo de ejercicio, es necesario "educar" a nuestro organismo, haciendo cambios progresivamente. Un factor fundamental a considerar es la disciplina, ya que no es lo mismo hacer ejercicios con la frecuencia, intensidad y dedicación que debemos, que realizarlos porque ya no nos quedan más excusas. Estos elementos, la frecuencia (número de veces a la semana); la intensidad (ligera, moderada o alta) y el tiempo que cada vez le dedicamos al ejercicio, son variables que siempre deben tenerse en cuenta para precisar si lo estamos haciendo bien.
DE A POQUITO
En lo que a frecuencia se refiere, se recomienda hacer ejercicios cinco veces a la semana, en sesiones de unos 30 minutos cada vez, comenzando con intensidad baja.
Si inicialmente no podemos practicar ejercicios cinco días, ya sea porque el tiempo no alcanza o por cansancio, podemos hacerlo tres días a la semana, un día sí y un día no.
Es muy posible que al comienzo, la persona sienta cansancio antes de los 30 minutos, aunque las actividades sean de intensidades bajas. En este caso, se recomienda suspender la práctica antes de llegar al agotamiento.
Si deseas empezar a caminar o realizar otro tipo de actividad, lo recomendable es hacerlo inicialmente a tu ritmo normal, y hasta que sientas el cansancio propio de una nueva actividad. Cuando veas que es posible recorrer esa misma distancia sin cansarte, puedes aumentarla sin modificar la velocidad.