El lenguaje de los viejos es el que se utiliza para hablarles a los adultos mayores con diminutivos o llamándolos "abuelos" o "tía" sin que haya parentesco.
Según los especialistas, este trato se debe a que existe una imagen negativa de la vejez, más asociada a la enfermedad.
Al parecer, este lenguaje tiene un mal impacto en la salud de los adultos mayores.
Se estudió la relación entre personas con demencia leve o moderada y el personal de un geriátrico. Si los trataban como idiotas o como bebés, notó que la cooperación de los viejos era menor.
Leopoldo Salvarezza, psicogerontólogo, asegura que este lenguaje "aparece bajo una máscara de cariño; en el mejor de los casos, cuando alguien le dice "abuelo" a quien no es su abuelo, hay una usurpación de títulos". Es como si hubiese cierta hipocresía al tratarlos, mientras que otros expertos aseguran todo lo contrario, que es un acto de cariño.