Cuatro personas murieron este fin de semana en Colón, en circunstancias violentas, y varios resultaron heridos.
Las estadísticas de muertos violentos aumentaron a 51 en lo que va del año.
Esta vez, el niño Ariel Robinson, de 8 años, quien jugaba, fue víctima del tiroteo que se registró la tarde de ayer, domingo, en la calle 13 y Herrera.
Robinson- que hoy debía estar recibiendo sus clases- recibió impactos con el arma de fuego de un sujeto que llegó disparando. Fue impactado en el pecho y el cuello.
Se informó además que otras tres personas recibieron heridas con el arma de fuego en la calle 13: Tamara Jones, de 33 años, residente en Calle 8 Central, quedó herida en el glúteo derecho. Ella estaba haciendo unas diligencias; José Borbua, de 20 años, quien estaba de cumpleaños, fue herido en el lado izquierdo de la cadera.
Este hecho trágico que mantiene a una familia con mucho dolor, ocurrió después del homicidio de Máximo Jordán, de 22 años, que fue asesinado por un individuo que entró a una cancha de fútbol en el corregimiento de Cativá, y le disparó mientras jugaba.
Testigos dijeron que vieron cuando el homicida sacaba la pistola y le disparaba a Jordán, mientras que éste corría para salvar la vida.
Jordán murió con un impacto en el cuello y otro en la espalda.
La muerte siguió su paso en Colón, porque también Leroy Coglin De León, de 26 años, fue asesinado en circunstancias no esclarecidas, en la calle 11 Meléndez.
Leroy recibió impactos en el tórax con salida en la espalda, la noche del sábado.
En otro caso, la asiática Zhung Jiuo Zhen, de 39 años, se quitó la vida en el Hotel Oriental de la Calle 11 Amador Guerrero.
Los fines de semana en Colón, son violentos y trágicos.