Es una calamidad la existencia en estas zonas de medianías clasificadas, como áreas del mundo subdesarrolladas. Y tenemos que sacar fuerzas de flaquezas para seguir subsistiendo, donde todo cursa con extraordinaria y sorprendente negativismo. Son las actitudes aviesas las que prosperan con ritmo asombroso y fatal. Los hombres de talento dedicados al estudio y a las tareas enjundiosas que rinden meritoria responsabilidad no suman cantidades envidiables, como para convertirse en sorpresas. Un hálito extraño ha invadido las calles donde los rancios comportamientos de otros tiempos han sido velozmente reemplazados por la inicua intransigencia, asfixiante y sin cavilación. Existe una campaña impulsando la lectura como único medio para entrar al desarrollo, pero yo pregunto de verdad cuántos leen. Ahora se puede leer mucho y comprender poco o nada, pues la lectura así no pasa sino al renglón del pasatiempo, tan flojo y de ningún asidero cultural serio. El que lee sin entender lo leído es el fenómeno vivido en el campo de manera excepcional, hombres que leen, pero no saben escribir y viceversa. Esto era de vieja data en el pasado. Cuando los países desarrollados viajan a la luna con deseos evidentes de querer ir a Marte a pisar otros cuerpos celestes, acá caminamos rumbo al despeñadero entre ruidos, carcajadas y embrollos. En esta forma no podemos meter m ano en dicha atmósfera de desastre y de terror, donde el relajo se vanagloria de ser el soberano insospechable. Son pocas las personas de buenos modales que podemos encontrar a nuestro paso, aún los que trabajan que tienen obligaciones por cumplir, hay que tratarlos como cristal de Venecia de lo contrario nos llueven los denuestos y así avanzamos a pasos de tortuga hacia el progreso, sumamente despacio. En un dique abierto el agua evoluciona mejor que estando cerrado, la liberación es tan importante hasta en el líquido. Hago particular mención de ciertas personas que dicen, si pero en Estados Unidos están haciendo tal o cual evento yo les digo, señores, no podemos pedir peras al olmo; las implementaciones foráneas pocas veces las podemos injertar acá. Tenemos que comenzar por ser sinceros con nosotros mismos. De la lectura puedo decir que tiene su metodología, que hace el trabajo de marco de referencia obligatorio.
