Una forma adecuada sería reciclar la basura para la producción de energía a través de la descomposición de la materia.
En la administración alcaldicia de Plinio Donoso, 1994-1999, empresarios alemanes propusieron instalar una planta incineradora para darle provecho a los desperdicios y sacar energía, pero fracasó ante la nula aprobación de los ediles de aquellos años.
El ambientalista comentó que el problema de la basura de Santiago tiene conexos otros asuntos muy complicados y delicados, aun cuando se instale un relleno sanitario. Esto debido a que el lugar donde por años se desecha la basura, hay varios afluentes del río Santamaría que abastecen de agua potable a la ciudad de Santiago, los cuales están contaminados, según un informe del año 2003 de la Autoridad Nacional del Ambiente. Esta contaminación pone en riesgo la vida de miles de personas residentes en esta ciudad.
También el alcalde de Santiago, Gonzalo Adames, mostró su preocupación por el aumento de los desperdicios que muchas personas están arrojando de manera indiscriminada en las orillas de las carreteras, igualmente por los paquetes que los camiones cargados dejan caer en las orillas que se tornan peligrosas para las personas.
La crisis mantiene preocupada a la comunidad, pues siente que la basura contribuye con la proliferación de las alimañas y sobre todo de mosquitos.