Un hombre murió aplastado cuando se derrumbó el edificio que había dinamitado, junto a un cómplice, con objeto de robar en una entidad bancaria en la localidad belga de Dinant.
Según la agencia Belga, el hombre fue hallado todavía con vida bajo los escombros de la mitad del edificio que se desplomó, pero murió durante su traslado al hospital. La policía cree que el objetivo de los dos ladrones era acceder al cajero automático de la entidad, pero los equipos de artificieros consideran que utilizaron una cantidad de dinamita muy superior a la que hubieran necesitado para lograrlo.