"No digas su nombre, tu sabes. Aquel que es el innombrable". Esta frase legendaria que acuñó la escritora británica Joanne Rowling cae muy bien en nuestra colorida campaña política, en donde las influencias de algunos personajes muy poderosos dentro del Partido Revolucionario Democrático (PRD).
En la saga novelesca de "Harry Potter", los hechiceros se referían de esta forma a Voldemort, el brujo que hacia la vida imposible a los chicos de la escuela de magia en Hogwarts. Como le tenían tanto miedo al mago, no se atrevían siquiera a decir el nombre de este.
A la sazón de la campaña previa al 3 de mayo de 2008, muchas cosas han pasado que nos recuerdan al tal Voldemort. El jefe de campaña de Balbina Herrera, "que por supuesto no podemos mencionar su nombre", denunció a un grupo de pilotos de barcos en Colón por una supuesta publicidad negativa en su contra.
El también primo del presidente Martín Torrijos logró que un tribunal determinara que los medios de comunicación no colocaran su nombre en dichas cuñas, cosa que sonó muy inverosímil y hasta burlesca.
Más recientemente, el señor Hugo Torrijos presentó una denuncia en contra de la campaña publicitaria del alcalde Juan Carlos Navarro, por utilizar el nombre de la ingeniera Balbina Herrera y frases dichas por la aspirante presidencial, pues consideraba que esto era parte de maniobras difamatorias.
El Tribunal Electoral, al igual que el �rgano Judicial, vuelve a caer en la maniobra legal de impedir que en los medios de comunicación salgan al aire las cuñas publicitarias políticas.
Creemos conveniente recomendar a la campaña de Balbina Herrera que no caiga en las trampas de los asesores de imagen norteamericanos que respaldan a Navarro.
Una buena actuación de un político es ignorar los malos augurios. Este quizás sea el ejemplo de los que apoyan a Juan Carlos Varela, quien no criticó la cuña negativa de Ricardo Martinelli, en donde lo comparan con los "viejos" políticos dentro del Partido Panameñista. Como decía Don Quijote de La Mancha a su escudero Sancho: "Los perros ladran, señal que cabalgamos". De allí que los dirigentes de la campaña de la ex ministra de Vivienda deben tener mucho cuidado de actuar para tratar de frenar la divulgación de propaganda política. Quien salió ganando al final con las acciones de los seguidores de Balbina fue el mismo Navarro, cuyo nombre volvió al "hitparade", tras semanas de franca caída en la opinión pública.
Después del 7 de septiembre, cuando al parecer Balbina Herrera logrará la postulación, tendrá que prepararse para la verdadera campaña sucia de la Oposición: Allí la tildarán de seguidora de la Dictadura Militar, amiga de Hugo Chávez, de Cuba y de los izquierdistas extremistas latinoamericanos. Ojalá no aplique la Ley de Voldemort, de tratar de silenciar las palabras de los contrincantes. Allí es donde ella perderá fuerza en el respaldo popular. Mejor es seguir su trabajo, recorriendo los barrios y la campiña, en donde el votante quiere verla de una forma diferente y positiva.
