Una humilde mujer, madre de tres pequeños, no sabe cómo seguirá adelante, ahora que no cuenta con el apoyo material y espiritual de su compañero de muchos años.
Ella y sus hijos han quedado desamparados, porque su esposo Roberto Smith, el pescador que murió el sábado 17 de julio en horas de la noche, después que piratas atacaran la embarcación en la que pescaba en el Río Bayano, era el único sustento que tenía el hogar.
Roberto, cuyas honras fúnebres fueron el viernes, pereció ahogado, después de lanzarse a las aguas del río junto a otros compañeros pescadores, temeroso de que los piratas que los atacaron, regresaran para matarlos.
Damarys, su viuda, está desesperada, porque no sabe cómo hará para mantener a sus tres hijos, ahora sin la presencia del hombre que llevaba el sustento a la casa.
"La única ayuda que podría tener es de mi papá, pero él no puede trabajar, porque quedó ciego", expresó Damarys, quien vive en una humilde casita en el sector de La Primavera, del distrito de Chepo. Erica, la hija más grande de Roberto, también pide que se les ayude con la casa y la alimentación.
La Señora Damarys y sus hijos solicitan a las autoridades que les brinden apoyo, ya sea con un trabajo para ella, o ayuda para los niños.
Nada se ha sabido de los piratas que, hace más de una semana, atacaron a los pescadores y que fueron, indirectamente, quienes provocaron la muerte del pescador Roberto Smith.