Los casos de malaria en Panamá re-emergieron en 1999, en el área indígena. Entre las causas del aumento figuran la desarticulación (durante la década pasada) de los programas de control del mosquito anófeles y el descuido de la población para atacar la enfermedad.
Según informes, esta enfermedad se registró principalmente en las comarcas indígenas.
Para fines de salud pública, se aplicaron en la región 85 mil toneladas de DDT.
Pero la resistencia parcial del mosquito a insecticidas sustitutos, como la deltametrina, aplicada desde hace varios años en Panamá, obligó a emplear el órgano-fosforado fenitrothion además de aplicar cloroquina y primaquina a las personas infectadas y eliminar los criaderos de mosquitos mediante controles biológicos.