Algunas de las principales empresas de alimentos y restaurantes de Estados Unidos están cambiando la forma de preparar las comidas favoritas de los niños a medida que enfrentan mayor escrutinio debido a la alta incidencia de obesidad infantil en el país.
En meses recientes, el incremento del grado de conciencia de los estadounidenses sobre temas de salud ha aumentado la presión sobre los fabricantes de alimentos y las cadenas de restaurantes de comida rápida para reformular el contenido de grasa, calorías y carbohidratos en diversos alimentos, como las galletas y las papas fritas.
Sin embargo, a medida que aumentan las preocupaciones por el 15 por ciento de los adolescentes y niños de Estados Unidos que se considera que padecen de sobrepeso, las empresas también están tratando de reducir el contenido de nutrientes en productos hechos específicamente para niños.