Panamá, 29 años después de recuperar su soberanía sobre el Canal de Panamá, dijo ayer en el mismo recinto donde se firmaron los tratados en 1977 que volvía ahora como "un administrador confiable y socio con visión de futuro" para todas las naciones del mundo.
"Ratificamos el compromiso de continuar siendo un eslabón trascendente en esta nueva etapa", dijo el vicepresidente y canciller panameño Samuel Lewis, en la Sala de las Américas de la OEA, donde los tratados fueron firmados por el presidente estadounidense Jimmy Carter y el hombre fuerte panameño Omar Torrijos.
Lewis, cuyo padre, Gabriel, fue el negociador principal de los tratados, llegó esta vez motivado por el inicio del proceso hacia una nueva ampliación de la vía con dos nuevos complejos de esclusas -uno en el Atlántico y otro en el Pacífico- y cuya construcción "no interrumpirá en ningún momento la operación del Canal".
Dijo que la ampliación permitiría el tránsito de buques de hasta 180.000 toneladas, el triple de la actual capacidad, y se emplearía tecnología eficiente, rentable y exitosa, con capacidad de reutilizar el agua dulce en cada tránsito y afectación mínima del medio ambiente.