Juan 14, 15-21
�ME AMAS? CUMPLE MIS MANDAMIENTOS
Responder a las exigencias de Dios es prueba fundamental de que le aceptamos como el único guí�a de nuestras vidas. Dicha respuesta debe mostrar nuestro auténtico testimonio de cristianos en un mundo como el que vivimos, donde debemos ser ejemplo para los demás.
Las obras son producto del amor.
Las obras son el elemento indispensable con el que la Liturgia de este domingo quiere enseñarnos el camino hacia Dios. Y las obras de Dios están fundamentadas, principalmente, en el amor. Felipe, por sus obras, logró que los samaritanos acogieran la Palabra de Dios, Pedro nos invita a dar razón de nuestra fe por medio de nuestras obras y de nuestra acción coherente con lo que predicamos haciendo el bien a los demás.
El Espí�ritu Santo establece la relación directa de amor entre el Padre y el Hijo, por eso, quien ama a Jesús cumple los mandamientos, es decir, obra según la ley de Dios; y quien acepta a Jesús por el amor que le tiene manifestado en las obras, ama y refleja al Padre. Así�, quien ama y lo demuestra en las obras, posee el Espí�ritu Santo que Jesús prometió enviarnos a quienes permanezcamos en su amor. Debemos estar prestos a recibir este Espí�ritu Santo, que pronto estaremos celebrando en la fiesta de Pentecostés. �l es el amor entre el Padre y el Hijo, �l es quien nos acompaña después de la Ascensión de Cristo al cielo, y �l será quien nos conduzca finalmente, luego de amar como Jesús amó, al encuentro definitivo con el Padre en el reino celestial.
Tomado de la Revista Vida Pastoral de la Sociedad de San Pablo Año 36 - No 130.
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