Encender una velita más en la vida es tremenda bendición. Dios nos regala otro día y el inicio de otro año más. �Qué grandioso es nuestro Dios...!
Celebrar un cumpleaños es y debe ser un encuentro de agradecimiento al Señor acompañado de todos los amigos que uno desea. El día que celebramos la fecha de nuestro natalicio no debe convertirse en un día negro donde reine el vicio y las pasiones vergonzosas. No hay que rendirle culto al diablo a través del licor, ni mucho menos cometiendo adulterio.
Celebrar no es malo, lo negativo es cómo lo hacemos. He aquí la diferencia y el criterio que cada persona aplica en su fecha de aniversario.
En nuestro país es muy folclórico porque en todas la celebraciones por fuerza quieren combinarla con el licor. No hay manera de evitar que una fiesta se celebre sin el maldito licor.
Hace poco preguntamos por una persona, que conocemos desde hace mucho tiempo, y la respuesta fue: "Ese man está borracho. Lo que pasa es que estaba de cumpleaños". Este fue el motivo por el cual decidimos apelar a todos aquellos cumpleañeros que se están preparando para celebrar "a lo grande con botellas de licor y cerveza". Si usted es uno de ellos, piénselo y pregúntese: �Cuantos minutos de mi vida le he regalado a Jesús? �Qué he hecho para agradecer que alguien se puso en la cruz en mi lugar? �Qué puedo hacer para agradecer ese gesto de amor tan grande que hizo Jesús al dar su vida por mí?
Si encuentra una respuesta excelente, esperamos sea la mejor, a partir de hoy comience a celebrar su vida de otra manera porque Dios le quiere regalar un cumpleaños eterno. El quiere que usted no muera nunca espiritualmente, siempre y cuando permita que Jesús abra la puerta de su corazón y more ahí para siempre.
Hoy es la fecha más grandiosa de su vida. Anote en su libreta que Dios le regaló una mejor forma de cantar en su fiesta de cumpleaños.