El juicio del presunto terrorista José Padilla, de origen puertorriqueño, se inició después de estar encarcelado cinco años, en un caso que pone a prueba los derechos civiles y la política antiterrorista de Estados Unidos.
La Fiscalía Federal y la defensa comenzaron a entrevistar a los primeros 18 candidatos para la selección de doce jurados y seis suplentes del juicio que se espera se prolongue durante unos cuatro meses en un tribunal de Miami.
Padilla, acusado por EE.UU. de integrar una célula de Al-Qaeda, es juzgado junto con Adham Amin Hassoun y Kifah Wael Jayyousi por supuestamente conspirar para secuestrar, mutilar o asesinar a personas en el extranjero como parte de una guerra santa islámica y de proveer apoyo a grupos extremistas islámicos.
La jueza Marcia Cooke, encargada del caso, decidió que los fiscales pueden mencionar de manera limitada los atentados del 11 de septiembre de 2001 en las entrevistas de selección del jurado.
Pero advirtió a los fiscales que no deben sugerir que Padilla y los otros dos acusados estuvieron involucrados en el 11-S.
Los tres se han declarado inocentes y, de ser hallados culpables, afrontarán una condena máxima de cadena perpetua. Al tribunal asistió Padilla, un ex pandillero de Chicago convertido al Islam, vestido de traje y corbata.