Si sufre de presión inestable, tenga mucho cuidado, ya que esta lo podría llevar a la muerte.
Expertos aseguran que pacientes con tensión elevada esporádica deben ser revisados, ya que este tipo de presión sanguínea puede ser incluso más peligrosa que la tensión elevada y estable.
Luego de cuatro estudios, científicos de la Unidad de Prevención e Investigación de Infartos del hospital John Radcliffe en Oxford descubrieron que aquellos que tenían presión sanguínea variable tenían al menos seis veces más posibilidades de padecer un infarto que aquellos con una presión alta, pero constante.
Aquellos cuya presión sanguínea no es alta todo el tiempo también necesitan estar en tratamiento. Este tipo de pacientes no suele estar en tratamiento para regular su tensión, ya que los médicos tienden a preocuparse menos de los picos ocasionales que de una tensión alta sostenida.
Una tendencia que los autores del estudio creen que debería cambiar.
El investigador quiso dejar claro que tener una tensión alta, aunque sea estable, tampoco es bueno: "No quiero que la gente piense que si su presión sanguínea es estable y elevada, no es una mala cosa. Ellos definitivamente necesitan ser tratados. Lo que pasa es que los pacientes cuya presión no es alta todo el rato también lo necesitan".
ENEMIGO SILENCIOSO
En el 90% de los casos, la hipertensión es de origen desconocido. Consiste en un incremento continuo de la presión arterial por encima de 139/89. Es asintomática, pero puede tener graves complicaciones (renales, oculares, cardiovasculares..) si no se trata correctamente.
A esta plaga silenciosa se la considera uno de los problemas de salud más importantes. Se calcula que afecta a cerca de mil millones de personas a nivel mundial.
Además de con fármacos, se puede luchar contra la hipertensión con un estilo de vida saludable: haciendo ejercicio, evitando el sobrepeso, el consumo excesivo de alcohol y el tabaco, controlando la sal en las comidas e incrementando la ingesta de frutas y verduras.