Se dirigía la mañana de ayer, lunes, hacia su trabajo en la Junta Comunal de Omar Torrijos, en el distrito de San Miguelito, pero la muerte le llegó primero.
Roberto Rivas, de 23 años, quizás nunca se imaginó que ayer sería el último lunes de su vida.
Ese joven, padre de una niña de cinco años, fue emboscado por dos supuestos pandilleros que le metieron un tiro en el tórax cuando caminaba por una vereda de Santa Librada.
El hombre, mortalmente herido, fue llevado hasta la cercana Policlínica Generoso Guardia, en la entrada de la misma barriada, pero llegó sin vida.
Pero Roberto no fue la única víctima en ese atentado mañanero: dos personas más que pasaban por el lugar fueron alcanzados por las balas de los atacantes.
Uno de ellos fue Walter Figueroa, de 20 años, quien resultó baleado en el brazo derecho.
Figueroa fue llevado hasta el Hospital Integrado San Miguel Arcángel, donde quedó recluido. Otro de los afectados fue Ricardo Enrique Martínez Vergara, de 21 años, quien recibió un rozón de bala en el muslo derecho. Fue llevado a la Policlínica Generoso Guardia, y fue dado de alta.