Vivir o sentirse sólo después de los 50 años puede poner en riesgo su salud, según estudios, es el factor más determinante para sufrir un infarto al corazón.
Una investigación realizada a un grupo de adultos, concluyó que hay una relación directa entre la soledad y la aparición de una elevada presión sanguínea, independientemente de otros factores como el peso, el consumo de tabaco o alcohol, la raza o la edad.
Los investigadores también contemplaron la posibilidad de que fueran los estados de depresión o estrés los que condujeran a la hipertensión, antesala de muchos problemas graves de salud. Pero no, incluso viviendo tranquilos y felices, la soledad no es buena compañera.