El colesterol ya no sólo es un gran enemigo del sistema cardiovascular, según un estudio también es altamente nocivo para la salud del cerebro.
Aseguran que la pérdida de memoria, las alteraciones del lenguaje y la falta de atención en la edad adulta están directamente relacionadas con altos niveles de colesterol en sangre.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores controlaron durante cinco años a 47 pacientes con hipercolesterolemia familiar. Se trata de una enfermedad hereditaria, una prevalencia similar a la de la diabetes tipo uno, y que se caracteriza por un aumento del colesterol LDL, el conocido como "malo", desde el nacimiento.
El 22% de los afectados por hipercolesterolemia familiar dio positivo en un test que detecta deterioro cognitivo, frente al 3% de los no afectados. En el 22% de los pacientes con esta enfermedad hereditaria se detectó deterioro en ámbitos como el de la memoria episódica o la capacidad de atención; mientras que sólo el 3% de los pacientes de control, que no padecen este mal, presentaron alteraciones.
Ello hace asegurar a los expertos que el riesgo de estos pacientes de padecer con los años un deterioro cognitivo leve, conocido por las siglas DCL, e incluso una demencia o un alzheimer esporádico -no el genético que afecta a un 3% de la población- es diez veces superior a la de la población normal.
El especialista de la Unidad de Lípidos del Clínic, Daniel Zambón, ha asegurado que este riesgo mayor de padecer problemas cognitivos afecta no sólo a las personas diagnosticadas con hipercolesterolemia familiar, sino también a todas aquellas que, sin padecer este problema genético, tienen altos niveles de colesterol en sangre.
Las personas con niveles muy elevados de colesterol deberían, de por vida, tomar fármacos para reducir el colesterol y la glucosa, así como para proteger a las neuronas, según han apuntado.