-"Oye Pancrasio, te ves mal, loco. �Qué te pasa?", pregunta el vecino.
-"Nombe, son unas migrañas más raras que el diablo, que me están dando desde hace una semana", contestó Pancrasio.
-"�Y ya fuiste al doctor pa' ve que es eso?".
-"Nombe, ahora me tomo una acetaminofén".
Es cierto que a nadie le gusta madrugar para esperar más de seis horas a un médico. Es cierto que, después de ser atendido, las medicinas recetadas nunca existen y también es cierto que, si vas a clínicas privadas, algunos médicos se la quieren pasar de vivos cobrando un ojo de la cara a los pacientes.
Hay razón en todo lo anterior, pero lo que no podemos premiar es que si usted se está "muriendo", a consecuencia de una gripe, tenga que quedarse en casa todo el día auto recetándose todas las hierbas que se acuerde. Como quiera que lo mire, por todos los lados y en cualquier idioma, usted es un irresposanble con su cuerpo y con sus familiares porque está regando el virus por todas partes.
El panameño común es así. Si se tratara de tomar todo lo que hay en el botiquín de la casa, todos fuéramos doctores. Recuerde que no todos los cuerpos reaccionan de la misma manera a un mismo medicamento. He aquí el problema de seguir consejos caseros.
Puede parecer broma, pero existen familias en este país que tienen pequeños jardines con plantas medicinales como la árnica que la recetan para todo. En muchas ocasiones puede resultar efectiva en casos de golpes, contusiones y dislocaciones, dolores reumáticos, e inflamación de la piel. Antiguamente se utilizaba internamente en casos de catarro común, bronquitis, tos y dolor de garganta. Sin embargo, aunque posee propiedades que la hacen efectiva en estos casos su uso interno presenta riesgos de arritmia cardiaca, fuerte irritación del tracto digestivo y toxicidad en el sistema nervioso. Por esta razón en la actualidad sólo se recomienda su uso externo.
Estimado amigo (a) si aún no ha visitado a un especialista, acuda de inmediato a verlo y salga de su cuarto refrigerado por su bien.