Román y Gabriel Torres llegaron ayer al aeropuerto internacional de Tocumen, procedentes de Colombia, para dar la cara por la indisciplina de Tampa y atender temas personales.
"Algunos jugadores nos dieron la espalda, esperaron que nosotros nos fuéramos para hablar de nosotros y creo que eso no es correcto. Si tenían que decirnos algo, lo tenían que hacer en la cara", señaló Román a su llegada.
"Se hizo todo lo posible, pero no se dieron las cosas. Uno acepta que se dieron actos de indisciplina, que hubo licor, pero no de parte nuestra, sino de unas amistades. Eso perjudicial para nosotros", dijo Gabriel.