En estos tiempos de globalización y fusiones empresariales, los expertos en el campo siempre inician la reestructuración de los negocios planificando y definiendo la misión, que no es más que una expresión que establece la razón de ser de una institución.
En las organizaciones con un sentido de misión, es más fácil trabajar juntos, respetarse y buscar soluciones que correspondan al interés de la organización, más que al de un solo departamento. El contar con una misión genera una mayor confianza, acrecienta la lealtad y el compromiso de los directivos y colaboradores, cuando se cree en lo que se está haciendo el personal a su mando se motiva y labora con más inteligencia, evita perder de vista el objetivo, favorece la definición de una estrategia bien definida, propicia una mejor toma de decisiones y promueve una comunicación más fluida y facilita la delegación de funciones.
La misión es un enunciado corto que establece el objetivo general de la empresa e indica la manera en que pretende alcanzarlo, debe ser la razón de ser de la jefatura, subjefatura y departamentos. Se refiere al beneficio que se pretende dar y es útil para definir las fronteras de la responsabilidad y campo de especialización.
La misión debe dar la idea a cualquier persona que trabaja en la empresa de "qué es lo quiere lograr", no importa que puesto o función desempeñe. La Misión en construida por la Alta Gerencia, revisando que cumpla con el marco legal que lo rige y no invada otras competencias. La misión debe especificar: quién soy, qué hago, que es la tarea fundamental o el que hacer principal de la institución; para quién lo hago o a quién va dirigido, a través de qué lo hago o a través de que funciones o estrategias se realizará la tarea; para qué lo hago o con qué finalidad se realiza la tarea.
Recuerde que es de gran importancia que la empresa retome los propósitos que le han permitido llegar hasta este momento, ya que los valores de dichos momentos constituyen su filosofía, que se traduce en sus propósitos y fines. [email protected]
