La medicina preventiva es un concepto tan fuera de lo común en nuestro país, que incluso la gente se te queda mirando como a un bicho raro cuando les sugieres que se hagan chequeos y exámenes periódicos para adelantarse al desarrollo de cualquier percance de salud.
Es cierto, te miran como un loco. Aunque después de todo, �qué puede esperarse de personas que esperan a que sus autos haya que llevarlos con grúa al mecánico? �Cambios de aceite cada 3 meses? �Reemplazo de bujías? �Pa' qué, si el carro rueda bien?
Bueno, para que lo sepan, enfermedades mortales como los cánceres de próstata y de mama se desarrollan a veces durante años dentro de nuestros cuerpos antes de que sintamos el menor dolor o incomodidad.
Algunas personas sienten molestias en su organismo, pero no acuden al médico y si lo hacen no atienden las indicaciones o nunca completan el tratamiento que se les receta.
El cuerpo humano es como una máquina, que te manda alertas cuando algo no está bien, pero hay hombres y mujeres que le hacen caso omiso a esas señales de peligro.
La migraña o gastritis permanente; dolores de espalda, resfriados constantes y otros síntomas, indican que algo malo sucede en tu cuerpo. Lo más correcto es acudir al doctor y hacerse los exámenes pertinentes. Más vale prevenir que curar.
La excusa de siempre es que no se tiene tiempo. Siempre hay un momento para atender la salud; dejar las cosas para después puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Recuerdo el caso de un conocido que por machismo nunca se practicó una examen de la próstata. Al final lo ingresaron al hospital. Allí le hicieron el tacto rectal cuantas veces quisieron los médicos, pero ya era demasiado tarde: el amigo murió.
Claro que para todo hombre es incómodo y hasta penoso el tacto rectal; igual que es para una mujer que un extraño le esté trasteando sus partes íntimas durante un examen ginecológico, pero hay que soportar esos procedimientos hasta tanto la ciencia médica descubra otras formas de practicarlos.
Lo importante es mantenerte al día con tu salud. Cuando alguien se encuentra enferma no desempeña adecuadamente sus labores, pierde en cierto grado el interés por la vida y por ende genera preocupación entre la familia y las personas que lo aprecian.