El Consejo Permanente de la OEA aprobó ayer una resolución de respaldo al acosado presidente haitiano, Jean-Bertrand Aristide, pero instó a que el mandatario acepte un plan que incluya la designación de un nuevo primer ministro.
La propuesta, impulsada por países de la Comunidad del Caribe (CARICOM), pide el desarme de las pandillas armadas, la liberación de detenidos y la "designación de un nuevo gobierno mediante la identificación de un Primer Ministro neutral e independiente que goce de la confianza del pueblo".
Pero Estados Unidos, si bien respaldó la resolución, expresó sus dudas sobre si el gobierno de Aristide cumplirá sus términos.
En una señal de que Estados Unidos estaba perdiendo la paciencia con Aristide, el secretario de Estado Colin Powell sugirió por primera vez ayer que estaba abierto a la posibilidad de que renuncie el presidente de Haití, como una forma de que retorne la calma al país, el más pobre del hemisferio occidental.
"Claramente hay una enorme brecha entre lo que el gobierno de Haití promete y lo que hace", dijo John Maisto, el embajador estadounidense ante el organismo integrado por 34 países.
Maisto dijo que Aristide se había comprometido a investigar abusos a los derechos humanos y a designar un consejo electoral independiente, hechos que aún no ocurrían.