El presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió públicamente a su colega de EE.UU., George W. Bush, que expulse al exmandatario Gonzalo Sánchez de Lozada para que sea juzgado por una ola de violencia registrada en febrero de 2003.
Hace tres años, el 12 y 13 de febrero, un enfrentamiento a tiros entre grupos elite de la Policía, amotinados contra un supuesto incremento de los impuestos al salario, y el regimiento del Ejército que custodia el Palacio de Gobierno de La Paz, se saldó con la muerte de 33 personas.
Tras asistir a una misa en memoria de los fallecidos, Morales dijo que impulsará un juicio contra Sánchez de Lozada, quien gobernó el país andino en dos períodos (1993-1997 y 2002-2003). Según Morales, Washington debe escuchar "el pedido clamoroso de las familias víctimas de esa masacre".