La situación en Haití se complicó al denunciar el candidato presidencial René Preval un fraude en su contra mientras se desconoce el resultado final oficial de las elecciones presidenciales y legislativas celebradas el pasado día 7.
"Tenemos la convicción de que un fraude masivo y errores importantes han caracterizado a este proceso electoral", dijo Preval en las primeras declaraciones que hace tras los comicios de la semana pasada.
Según los últimos escrutinios, Preval ganó sin alcanzar la mayoría absoluta, con lo cual deberá ir a una segunda vuelta el 19 de marzo.
El expresidente y candidato del partido La Esperanza, pidió a sus partidarios que "sigan manifestándose en las calles, pero con respeto a la propiedad privada y evitando la violencia".
"Seamos inteligentes en nuestra estrategia, porque todo el mundo nos está viendo", les dijo, y les advirtió que "debemos estar atentos, porque puede haber infiltrados que quieren ensuciar nuestra imagen".
"No somos un partido de la violencia, sino de la reconciliación", aseguró.
Preval no llegó a explicar en qué consisten el fraude y los errores que denunció.
Miles de seguidores de Preval volvieron a salir a primera hora del martes a manifestarse por la capital haitiana, instalaron barricadas y quemaron neumáticos, pero poco a poco se retiraron, muchos de ellos tras ser dispersados pacíficamente por las tropas de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH).
La validación de los votos escrutados sigue detenida en el 90.02%, con un 48.76% para Preval, es decir, menos de un punto y medio para alcanzar la mitad más uno del mínimo necesario para evitar tener que disputar una segunda vuelta electoral.
INESTABILIDAD: FEBRERO DE 2004
El 29 de febrero de 2004, el expresidente Jean Bertrand Aristide fue derrocado por fuerzas milicianas rebeldes. Desde entonces Haití no tiene un Gobierno electo legítimo.