Hoy celebra la Iglesia la manifestación de Jesús al mundo entero. Epifanía significa �manifestación�; y en los Magos están representadas las gentes de toda lengua y nación que se ponen en camino, llamadas por Dios, para adorar a Jesús.
"Al salir los Magos de Jerusalén he aquí que la estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos, hasta pararse sobre el sitio donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Y entrando en la casa, vieron al Niño con María, su madre, y pos�trándose le adoraron".
�Nos arrodillamos también nosotros delante de Jesús, del Dios escon�dido en la humanidad: le repetimos que no queremos volver la espalda a su divina llamada, que no nos apartaremos nunca de �l; que quitaremos de nuestro camino todo lo que sea un estorbo para la fidelidad; que deseamos sinceramente ser dóciles a sus inspiraciones�.
Le adoraron. Saben que es el Mesías, Dios hecho hombre. Jesús presente en el Sagrario es el mismo a quien encontraron estos hombres sabios en brazos de María. Quizá debamos examinar nosotros cómo le adoramos cuando está expuesto en la custodia o escondido en el Sagrario, con qué adoración y reverencia nos arrodillamos en los momentos indicados en la Santa Misa, o cada vez que pasamos por aquellos lugares donde está reservado el San�tísimo Sacramento.
Los Magos abrieron sus cofres y le ofrecieron presentes: oro, in�cienso y mirra. Los dones más preciosos del Oriente; lo mejor, para Dios. Le ofrecen oro, símbolo de la realeza, incienso símbolo de lo divino y mirra símbolo de la naturaleza humana.
La Epifanía nos recuerda que debemos poner todos los medios para que nuestros amigos, familiares y colegas se acerquen a Jesús.
�Los Reyes Magos tuvieron una estrella; nosotros tenemos a María Stella maris, Stella orientis�.