El agrio y altisonante intercambio verbal entre el Defensor del Pueblo, Ricardo Vargas y el Director de Municipal de Aseo, Abraham Goti, a raíz de la crisis de la basura en el Distrito Capital, es una muestra de que la situación ha llegado a un extremo en el que los ánimos se están caldeando.
Y más caldeados tienen que estar los de la ciudadanía, que está sufriendo la pestilencia de montañas de bolsas de basura vieja, y la preocupación de que se desate una emergencia sanitaria en cualquier momento.
Tuvo que salir hoy el propio Alcalde Juan Carlos Navarro a pedir disculpas a todos los que se cruzaban en su camino ayer, durante el operativo de limpieza que organizó el Municipio.
Navarro hizo lo inteligente y sensato, en reconocer su total responsabilidad en el problema. No le quedaba de otra. Sin embargo, su "Mea Culpa" es sólo la mitad de lo que de él se espera.
De hecho, la solución al viejo problema de la recolección es algo que la ciudad entera ha venido esperando desde su primer período como jefe del municipio, en 1999.
Es hora de hablar menos, y actuar más. Esas declaraciones de "ya vienen los camiones recolectores" tienen que quedar atrás, y dar paso a una demostración palpable de que esta pesadilla sanitaria para nuestros ciudadanos capitalinos está por llegar a su final.