Los motores se negaron a apagar durante
1998 pese a las adversidades de sus muchos seguidores

Carlos Alberto Martínez
Crítica en Línea
Si acaso los deportes a motor
han tenido en nuestro medio y durante 1998, de menor a regular resonancia
en su actividad y como quien dice, "se negaron a apagarse" tras
un largo encendido y arranque, solamente interrumpido por situaciones que
aún mantienen en lucha constante a sus entusiastas.
Hace un año, y para el próximo pasarán dos, de la
tragedia en la Pista de Albrook, cuando el 19 de enero de 1997, durante
la primera prueba del Campeonato Nacional de Automovilismo en circuito,
se suscitó un accidente en el que estuvo involucrado el Porshe Turbo
de Dino Cipponeri, que derrapó y se fue contra varios aficionados,
causando una muerte y varios heridos que siguieron reclamando, en 1998,
una indemnización que no llegó al culminar la decisión
judicial de declarar inocente al piloto, aunque fuera de las pistas no terminaría
de pasar por otras dificultades al finalizar el presente período.
Sin embargo, lo más importante de lo que es el automovilismo panameño,
ha sido que el deporte no tuvo actividad constante y sólo algunos
entusiastas se atrevieron a realizar iniciativas a fin de que esta modalidad
no muriera, como las giras celebradas por los hermanos Elías y José
Chocrón, acompañados de Nani Ovadía y otros invitados
para participar en eventos en las pistas de El Salvador y Costa Rica, así
como una prueba en las 24 Horas de Daytona, alcanzando algunos puntos valiosos,
mas no el apoyo del sector privado.
Otro corredor, Mario Pescetto, peruano de origen, logró probar
suerte en su tierra natal en el marco de las reuniones de la Federación
Internacional de Automovilismo por medio de su división de nivel
continental (FIA-NACAM), de la que nuestro país aún sigue
siendo miembro a través de la Asociación Internacional de
Sports Automovilísticos (ASAI), aunque tanto la entidad como la Asociación
Panameña de Automovilismo (APA) continúan resistiéndose
a no formar parte de la familia deportiva del Instituto Nacional de Deportes
y el Comité Olímpico Panameño, cuando en 1998 el automovilismo
mundial alcanzó su mayor logro dirigencial al formar parte activa
del Comité Olímpico Internacional (COI).
Pero lo más doloroso para el automovilismo en pista, en este año,
ha sido la falta de un circuito propio. Albrook desapareció definitivamente
como lugar para pista de carreras, para dar paso al progreso, y las ilusiones
de una pista como proyecto ambicioso no ha podido concretarse.
Ante la falta de la máxima expresión de los deportes a
motor en nuestro medio durante 1998, sus otras modalidades han logrado,
pese a la falta de un adecuado respaldo y con mucho ingenio, una actividad
relativamente constante.
Casi similar al automovilismo, las regatas de lanchas quisieron "resucitar"
tras dos años de ausencia y lo hicieron al celebrar el único
evento que marcó el calendario en el Yates y Pesca, el Clásico
Jimmy Lakas, ganado por el bote "Panamá Hawk" de Julián
Cabarcos y Saúl Faskha, que logró un gran éxito a pesar
de que cayó en plena época de atención de la afición
deportiva al Mundial de Fútbol Francia'98. Sin embargo, los botes
de alto poder callarían sus motores poco después y se guardarían
en los puertos para prolongar su largo sueño, quién sabe hasta
cuándo podamos conocer el día en que las regatas vuelvan por
sus fueros. Las razones, en principio, los cambios en la fisonomía
de la urbe capitalina y especialmente en la bahía de Panamá.
Pero mientras los botes grandes seguían "durmiendo",
los pequeños, los llamados "Jet Ski" o motos acuáticas,
llevaron a cabo seis interesantes pruebas que marcaron la mayor atención
de los aficionados y los triunfos absolutos en 785cc. Limitados y Modificados,
de Eduardo García, además de presentar la Asociación
Nacional de Motos Acuáticas (ANMA) un plan de preparación
de cara a participar en 1999, en una de las pruebas del Mundial de Jet-Ski
en Varadero, Cuba.
El motociclismo en su especialidad del motocross vivió una de
las temporadas vibrantes e interesantes, con la incursión de muchos
corredores jóvenes y la primera noticia fue el interesante y atractivo
traspaso del juvenil Miguel Villoldo, del equipo Suzuki-Bonlac al Kawasaki-Canada
Dry Ginger Ale. La primera prueba se dio con un "Supercross" internacional
en Tocumen y luego se dieron interesantes duelos en la pista que culminaron
con las consagraciones de Villoldo, Daniel Hannah y Fabio Pérez.
El motocross gozó de buena salud, aunque vacilante en cuanto a la
defensa de la pista capitalina "Kilómetro Cero" con la
rectoría de la Universidad de Panamá.
Así mismo, el motocross vio la despedida de las pistas locales
de Rudi Waller, quien prueba suerte en los circuitos del Estado de Florida,
en EEUU.
Otras modalidades de deportes a motor como el automovilismo de la categoría
de "Go-Karts" y el autocross, han llevado una intensa, aunque
casi callada actividad durante 1998, en las que se deberá poner una
mayor atención para el próximo año, cuando puede no
variar la situación de los deportes motorizados ya mencionados, pero
que con optimismo habrán cambios que serán considerados como
"muy importantes".

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Pero lo más doloroso para el automovilismo en pista, en este año,
ha sido la falta de un circuito propio. Albrook desapareció definitivamente
como lugar para pista de carreras, para dar paso al progreso, y las ilusiones
de una pista como proyecto ambicioso no ha podido concretarse. |

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