El fatal accidente, producto del exceso de velocidad, que le costó la vida al peatón Plinio Aguilar, de 32 años, en la tarde del pasado lunes, tiene en ascuas a los moradores.
Según una de las testigos, no es la primera vez que en Torrijos-Carter ocurre una tragedia de esa magnitud.
Narró que una lugareña fue arrollada por un vehículo que la dejó lisiada de una pierna para el resto de su vida.
"Por aquí pasan los ‘diablos rojos’ como alma que se los lleva el diablo", asintió la testigo de apellido Polanco.
LA TRAGEDIA
Eran menos de las 6:00 de la tarde del pasado lunes, cuando dos buses que venían haciendo regata terminaron con la vida de Plinio.
Un policía que custodiaba un camión de reparto estacionado en el minisúper y panadería "Sol Rojo", narró los hechos desde su perspectiva.
El transeúnte Juan Andrés Pineda, de 66 años, quien resultó con herida de consideración, estaba parado cerca de la tienda y junto al Policía.
"La nevera", autobús articulado con placa 290135 de la ruta Corredor-Torrijos-Carter, conducido por César Enrique Rojas Legal, de 31 años, supuestamente dejaba unos pasajeros.
En tanto que el bus de nombre "Mi niña Creyshall", con cupo B 3339 de la ruta Torrijos-Carter-Transístmica, manejado por José Manuel García Pimentel, de 32 años, lo rebasó por el carril derecho.
Pero el bus "Mi niña Creyshall" se encontró con varios peatones que cruzaban la vía principal de Torrijos-Carter, situación que obligó al conductor a tirarse fuera del asfalto.
Al hacerlo, impactó al señor Juan Andrés dejándolo tirado en el pavimento y sin tocar al Policía.
Este autobús siguió su marcha y atropelló a Plinio Aguilar, quien quedó debajo del "diablo rojo", que en su recorrido desbarató la zapatería "Lise".
Luis Cueto, propietario de la zapatería, sobrevivió al suceso pese a que se encontraba dentro del inmueble de bloque.
Una clienta de la zapatería, apodada "Mimi", a quien Cueto arreglaba los zapatos, también resultó lesionada.
Finalmente, el autobús de la ruta Torrijos-Carter-Vía España, con cupo 8B -315 que estaba estacionado en la acera de la vía principal de Torrijos-Carter, detuvo al "diablo rojo".
AMBOS CONDUCTORES ESTAN DETENIDOS.
La comunidad cuestiona la aplicación de las leyes en estos casos, donde los responsables podrían recibir sólo cuatro años de cárcel.