La fiesta de Santa Clotilde se celebra con muchísima devoción el 22 de noviembre. Era hija del rey de Borgoña, Chilberico, que fue asesinado por un usurpador el cual encerró a Clotilde en un castillo. Allí se dedicó a orar y ayudar a los pobres. Clodoveo, el rey de los francos, logró sacarla del encierro y se casaron, pero ella quería convertirlo al Catoliscismo.
Tuvieron un hijo, al cual bautizaron, luego de muchas insistencias de Cleotilde. El bebé murió y el rey dijo que había sido por el bautizo y que nunca sería Cristiano.
Los alemanes atacaron a Clodoveo y él exclamó: "Dios de mi esposa Clotilde, si me concedes la victoria, me convierto". Y de manera inesperada su ejército ganó.
Entonces Clodoveo, en la Navidad del año 496 se hizo bautizar solemnemente con todos los jefes de su gobierno, convirtiendo a toda Francia al Catolicismo.
Al morir Clodoveo, sus hijos Clotario y Chidelberto se declararon la guerra, y ya estaban los dos ejércitos listos para la batalla, cuando Clotilde pasó toda una noche en oración pidiendo su reconciliación. Estalló entonces una tormenta que los dos ejércitos tuvieron que alejarse. Los dos combatientes hicieron las paces y fueron a donde su santa madre a prometerle que se tratarían como buenos hermanos y no como enemigos.